La diglosia
Al empezar un ensayo sobre la diglosia se hace
necesario, primero, poder comprender el
concepto de ese término. Al momento de investigar se podría confundir la
diglosia con el bilingüismo. La diglosia se puede definir como:
[La] situación lingüística en la que una variedad
estándar se considera y se establece como alta, y se usa en las relaciones
formales (de prestigio, cultas, institucionales); en cambio, la otra variedad
se considera como más baja, propia de las relaciones informales (familiares,
coloquiales, vulgares...), por razones puramente políticas y sociales. (Xulio
Concepción Suares, n/d, p. 3)
Los primeros estudios sobre la diglosia fueron
presentados por Charles A. Ferguson y Fisher, de acuerdo a sus investigaciones
la diglosia se caracteriza por el uso discriminado de dos variedades de una
misma lengua, cada uno de estos en un momento diferenciado históricamente; el
uso puede ser también de variedades regionales que se dan y evolucionan
aisladamente para convertirse en una variedad regional; también podría darse el
caso de una lengua estándar y una “criolla” que se desarrolla a partir de la
estándar y la mezcla entre los otros dialectos regionales.
El problema con la diglosia es el hecho de existir
en la comunidad una lengua que se considera alta y otra baja. Se sabe que ninguna
lengua es superior a otra y que cada una de las lenguas tiene su propio cargo
de cultura, elegancia y elaboración. Al
existir una variedad que se considera culta da paso a la concepción de una
lengua que no lo es y eso a su vez crea un conflicto.
El dilema en ese caso surge cuando la variedad
popular es relegada a escenarios exclusivamente familiares, se le considera
baja pues no tiene la capacidad de expresar pensamientos superiores.
Generalmente la variedad popular se utiliza únicamente en casa y ambientes
familiares, no se encuentra como parte de la formación educativa sistemática.
Es paradójico que en las escuelas de las regiones
en las que se presentan la diglosia los alumnos aprenden a leer con mejor fluidez
en contraposición de los que aprenden a leer en la variedad culta. Lo que
resulta más paradójico es el hecho de encontrar en las escuelas donde se enseña
la variedad culta rótulos que sancionan a aquellos niños que usen la variedad
popular dentro de la escuela. Aunque esto pueda tener poca relación con el tema
que se plantea aquí, no deja de resultar interesante y hasta contradictorio que
los niños que pueden leer mejor lo hacen desde la variedad popular. El tema,
por lo tanto, regresa a la pertinencia de usar una u otra variedad, sin
embargo, este es un fenómeno social difícil de cambiar.
Ferguson explica el concepto de diglosia después de
haber observado algunos casos lingüísticos en Suiza, Alemania, Grecia, y
algunos países árabes. En base a ello propone nueves situaciones especiales a
la diglosia:
Función: La variedad alta se utiliza en lugares formales, mientras que la baja es un vehículo de comunicación en situaciones
informales.
Prestigio: La población considera que la variedad
alta es mejor por una serie de razones, entre ellas: el vocabulario es mucho
más rico, más comprensible, más específico, sin contar que permite crear
pensamientos más complejos, razonamientos lógicos, además le atribuyen a la
variedad alta ciertos valores estéticos como por ejemplo la tradición
literaria. Y estas características también son compartidas por aquellos que no
hablan la variedad alta.
Se suele relacionar la variedad popular, por
ejemplo, con la forma en cómo se les habla a los sirvientes y ancianos.
Herencia literaria: Se suele pensar que la
literatura, como ha sido escrita en la variedad culta, tiene más recursos, en
contra posición de la variedad popular que cuenta con una literatura casi
inexistente o de tradición oral.
Adquisición: La variedad popular se aprende en el
seno materno y hasta el momento de la escolarización es la única variedad que
se maneja. La adquisición de la variedad culta se aprende mediante reglas
gramaticales, es invariable, mientras que la popular siempre está sujeta a
cambios.
Estandarización: La variedad culta se caracteriza
por la existencia de diccionarios y gramáticas, mientras que en la variedad
popular solo hay descripciones y un alto grado variación en los todos los
niveles (fonética, léxico, morfología).
Estabilidad: En general la situación de la diglosia
tiende a ser estable, sin embargo, se dan situaciones en las que debido a
procesos políticos/económicos la diglosia se mantiene; en otras situaciones las
variedades tienden a converger, los hablantes perciben las dos variedades como
una sola lengua y no se da conflicto social; o puede darse la situación en la
que la evolución lógica de una variedad
tiende a la eliminación de la otra.
Gramática: La variedad culta es compleja y
elaborada. Las categorías y flexiones de la variedad popular no existen.
Léxico: La mayoría de palabras de la variedad
popular son comunes a la variedad culta, sin embargo esta segunda posee
tecnicismos y cultismos sin paralelo a la variedad popular.
Fonología: La fonología de la variedad popular es
muy simple. (Por ejemplo en francés el sustantivo y el género deben concordar
mientras que en el haitiano creole no lo hacen).
Por su parte Fishman se refiere a la diglosia como
“peculiaridad de la organización lingüística a nivel sociocultural” (Fishman/d,
p. 1967), es decir, la relación de superioridad o inferioridad que se da en una
misma comunidad de comunicación. Es interesante mencionar que para Fishman el
bilingüismo es una relación entre idiomas en el que el hablante decide utilizar
uno u otro idioma de forma alternativa en diferentes situaciones.
Fishman contribuye con la delimitación de diglosia,
al decir que la diglosia no solo se puede dar en una misma lengua, sino que
también se puede dar el caso en el que dos lenguas diferentes tienen una
relación de diglosia. Así resuelve la cuestión que se da con las lenguas
románicas en cuanto a determinar la autonomía de una lengua y además establece
un marco concreto de uso de varias lenguas entre sí.
A diferencia de la definición de Ferguson, Fishman
incluye en la definición a las sociedades con multilingüismo, con dialectos o
registros separados. Esto le permite determinar relaciones de bilingüismo con
diglosia y sin ella.
Bibliografía
Palanco López, N.M. La Diglosia: una
cuestión social, en Contribuciones a
las Ciencias Sociales [en línea], marzo 2009. www.eumed.net/rev/cccss/03/nmpl4.htm
Variation linguistique,
diglossie, bilinguisme, Et dialecte [en
línea] Disponible en file.upi.edu/Direktori/FPBS/JUR...IIS.../Variation_linguis
tique.
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